domingo, 26 de diciembre de 2010

Lista de materiales para pintura al óleo al aire libre – Verano

Se vienen los días de vacaciones y salidas a pintar al plein air, o al aire libre como se dice por acá.

Les dejo aquí una lista muy útil para las salidas de dibujo y pintura para el verano.

Desde ya estas son recomendaciones generales y cada uno tiene intereses y necesidades distintas. Las situaciones son siempre diferentes, sabemos que algunos maestros llevaban algo así como un taller ambulante con asistente y todo, ó por otro lado, quién no ha pasado un momento grato con sólo un cuaderno, un lápiz y el paisaje. Podemos tener un proyecto específico o sólo salir a ver qué nos depara la Naturaleza y siempre debemos llevar lo necesario.

Por mi parte, la experiencia me ha hecho notar, de tanto en tanto, que faltaba alguna de estas cosas y con el tiempo fueron haciéndose parte de la lista de cosas necesarias para las salidas pictóricas.

Espero que les sea de utilidad y compartan en los comentarios sus propias experiencias.



1 Atril valija o atril de campaña: puede ser de madera, tipo valija, dentro del cual se llevan casi todos los materiales para la pintura o el dibujo, son mas pesados, estables y de larga vida útil. La otra opción son los atriles de aluminio, son muy livianos, cómodos, menos estables y hay que llevar una mochila para los materiales.

2 Asiento plegable: depende de cada quien si gusta de pintar sentado o de pie, lo cierto es que las jornadas se hacen largas sin un descanso para el cuerpo. Hay asientos plegables tipo silla de director, cómodos, un poco pesados, mas aptos para el descanso. Los hay tipo trípode, muy livianos, mas útiles para el trabajo sentado erguido. En estas cosas hay que ser exigente con las calidades ya que tienen que ver con nuestra integridad.

3 Estacas de camping: en lugares ventosos, como nuestra costa, es necesario amarrar el atril para reducir el efecto “vela” que hace la tela, para favorecer la estabilidad del soporte, mantener el control de la pincelada, extender la vida útil del atril y evitar cualquier accidente como la caída del mismo. Las hay en forma de U ó de L, las U son mas livianas y fáciles de colocar.

4 Hilo: un rollo de hilo fuerte nos puede salvar de cualquier inconveniente menor. Sirve para estacar el atril, para atar los cuadros realizados o cualquier otra necesidad provisoria. Conociendo las condiciones de muchos lugares puede ser necesario también llevar un poco de soga.

5 Broches Binder: uno de los peores inconvenientes del dibujo al plein air es justamente el air, aunque sea poco viento o una brisa pasajera basta para darnos vuelta la hoja del block y marcarla o ensuciarla con los materiales. Es conveniente llevar varias medidas de estos broches, para sujetar lo que sea necesario.

6 Cinta de enmascarar: además de su uso pictórico, como puede ser trazar un horizonte o el borde de una roca, la cinta también nos permite fijar las hojas a un soporte rígido (terciado o Fibrofácil) que hace de tablero para dibujar usando el atril.

7 El lienzo: Sobre esto hay gustos y costumbres muy personales. Pero debo aclarar que el MDF entelado (fibrofácil forrado con tela) es más estable al viento, no “embolsa” aire, y al tener un espesor de apenas unos milímetros se pueden llevar mas telas. Por otro lado la rigidez del soporte hace mas fácil su manipulación en el trajín de una salida. Siempre debemos pensar en la vuelta, el lienzo pintado merece otro trato, debemos llevar una bolsa para cuadros, papel para envolver, o lo que suelas usar para transportar obra resguardada.

8 Block de Dibujo: El dibujo al aire libre es más premeditado que el dibujo en el atelier, donde tenemos todo al alcance de la mano. Para quienes gusten de hacer un estudio previo o dedicarle un tiempo al Dibujo en la salida, aconsejo llevar papel de dibujo de gramaje alto, no blanco siempre color crema o hueso y tener en cuenta el material con que se va a dibujar para llevar la rugosidad acorde. Los papeles deben resistir las condiciones de humedad del lugar, más húmedo = más algodón. Recordá llevar siempre un soporte rígido para fijar el papel. Tené en cuenta que no es lo mismo transportar hojas en blanco que dibujos, lleva folios, bolsas, carpetas o lo que consideres apropiado para traer la obra de regreso sana y salva.

9 Cuaderno de notas: El cuaderno de notas es una herramienta mas, no solo para hacer estudios compositivos o pequeños esbozos del trabajo a realizar, también se pueden tomar apuntes (dibujados o escritos) sobre cosas que queremos recordar una vez vueltos al taller, p.e. la forma de una hoja, el color específico de una planta, impresiones de la luz, qué tipo de nubes había, etc. Estos cuadernos pueden resultar muy útiles para continuar la obra o componer nuevas.

10 Recipientes de paleta: Deben elegirse los apropiados para el aire libre, con forma oval y tapas a rosca que sellen bien. Son cómodos y livianos, pueden llevarse varios para diferentes mediums. Los de plástico son muy buenos y cierran bien.

11 Pinceles: Cada quien usa sus pinceles. Para el neófito recomiendo, chatos: los pares del 2 al 14. Redondos: pares del 2 al 10. Lengua de gato: pares del 6 al 14. Pinceletas de 4 y 7 cm aprox. Los pinceles viejos pueden ser muy útiles para texturas y efectos.

12 Paleta: La paleta debe tener un tamaño medio, ya que no se pintan cuadros grandes al aire libre, debe ser liviana, y pude ser descartable.

13 Óleos: Cómo esta actividad debe ser premeditada, las recomendaciones aquí son: elegir cuidadosamente los colores, llevar pomos de tamaño mediano de los colores mas usados y pequeños de los menos. Pensá en que colores podés formar con lo que tenés para no llevar pomos de más, pero también debés tener en cuenta que estás en un ambiente cambiante y no podés tomarte los tiempos del taller. Es muy importante saber qué colores vas a llevar, si podés mirá fotos del lugar de antemano, o estudiá paletas de maestros que quieras aplicar a tu paisaje.

14 Lápices de Dibujo: Deben ser blandos por el tipo de trabajo que se hace en estas condiciones. Si vas a llevar lápices muy blandos debés tener en cuenta que su material no queda del todo afirmado a la hoja, así que tenés que llevar fijador y folios. Los lápices mecánicos son sólidos y protegen bien la mina.

15 Goma: Siempre es bueno llevar varios tipos, ya que nunca sabemos qué se nos presentará.

16 Liquin Impasto: Espesante de pintura y acelerador de secado. Muy útil al plien air.

17 Liquin Original: Líquido para veladuras, acelerador de secado. Muy útil al plien air.

18 Trementina: ¡Por fin nos olvidamos por un rato de la toxicidad de la trementina!

19 Aceite de Lino: Cada quien usa el suyo. Al estar en un lugar tan ventilado podemos usar el poderoso Stand Oil con tranquilidad.

20 Bisturí: Sirve para corregir errores, empastes, hacer raspados, abrir pomos “duros”. etc.

21 Cutter: Una trincheta, una navaja multiuso de camping, un sacapuntas, son esas cosas que vas a echar en falta si no están.

22 Trapo: tanto para la higiene de las manos como para traer los pinceles usados envueltos.

23 Sombrero: Si bien toda pintura o dibujo se realizan siempre a la sombra, a veces ésta se va corriendo y hay que tener cuidado con no quedar expuesto al sol en los horarios en que está alto. El sol es una de las principales preocupaciones para esta actividad.

24 Lentes de sol: Hay que tener mucha precaución en no tener la hoja blanca al sol, mirarla por un tiempo prolongado es perjudicial para la vista. Los lentes de sol atenúan este brillo, pero NO ES RECOMENDADO tener la hoja o la tela a la luz directa del sol.

25 Protector solar: Así estés dibujando a la sombra los rayos UV llegan igual a tu piel, una salida divertida puede tener un regreso con ardor y molestias.

26 Repelente para mosquitos: Nunca son suficientes las precauciones contra estos bichitos.

27 Agua: Procurá llevar suficiente agua donde vayas. Un buen consejo es llevarla muy fría o congelada para que dure fresca toda la jornada. Los termos metálicos son muy buenos también.

28 Linterna: Si la salida es de más de un día, una medida precavida es tener una linterna, de cualquier tipo.

29 Cámara de fotos: además de guardar los recuerdos de la salida, puede ser muy útil para continuar la obra en el taller. Podés sacar fotos de diferentes vistas del mismo paisaje, hacer variaciones de un mismo tema, o simplemente guardar todo lo que no llegaste a hacer. Fotografiá los detalles y todo eso que al plein air es una síntesis, la flora, el pasto, las cortezas, los brillos del agua…

Espero que te sea de utilidad.

Juan Herrera.

jueves, 16 de diciembre de 2010

¿Qué es el dibujo? Una aproximación metafísica.

El Dibujo es la huella eximia. El trazo es un accidente, un momento de una proyección ulterior, un testigo de un dialogo entre dos ámbitos. Una colisión de energías e intencionalidades contra esa pantalla, que es la hoja de papel.

El papel es el punto de contacto entre los dos mundos, el mundo interior del dibujante y el de los otros, podemos llamarlo “realidad”, si es necesario. Entre lo de adentro y lo foráneo está la lámina de papel nutriéndose del intercambio de las percepciones y las energías que cruzan sin cesar del dibujante al mundo (¿la realidad?) y del mundo al dibujante.

La percepción es una realidad, quizás la única verdad, como diría Descartes. La percepción se proyecta hacia lo que se desea percibir, siempre supeditada al “vemos lo que queremos ver”, roza la realidad y vuelve cargada de emociones, colores y formas, en su transito imprime la hoja, así como un bordado es un vuelo entre dos mundos que deja una huella planimétrica sobre la tela. La obra no debe “representar” al modelo, qué necesidad hay volver a presentar lo que ya está presente, la obra debe mostrar la interacción entre el ser dibujante y su contacto con la realidad. El Dibujo como recuerdo de un momento, de una temporalidad donde se vio, se sintió, se pensó, en algo, en la otredad, en uno mismo...

El dibujo no es un resultado, no es la meta la hoja manchada con el carbón, la mente debe estar “mas allá” del trazo, después del papel. Adentro y afuera. Lo del medio es sólo un problema mecánico, una técnica. La técnica es cuerpo, es trato con la materia, sangre y músculo, es lo que está después. La reacción a algo que ya sucedió o que puede estar sucediendo.

Juan Herrera

martes, 7 de diciembre de 2010

George Brant Bridgman (1865-1943)








George Brant Bridgman fue un pintor canadiense-estadounidense, escritor y profesor de anatomía artística y dibujo de la figura humana. Bridgman enseñó anatomía para artistas en el Art Students League de Nueva York por unos 45 años.

En su juventud, Bridgman estudió las artes con el reconocido pintor y escultor Jean-Léon Gérôme en la École des Beaux-Arts de París, y más tarde contiunó sus estudios con Gustave Boulanger. Vivió mayormente es Nueva York, donde fue profesor de anatomía y la figura de dibujo en el Art Students League de Nueva York. Entre sus muchos miles de estudiantes figuran:


Gifford Beal




Will Eisner


Elias Goldberg



Robert Beverly Hale


Clark Hulings




Deane Keller



Andrew Loomis, Anita Malfatti, Paul Manship, Peter Max, Earl Moran, Kimon Nicolaïdes, Corrado Parducci, Ulysses Ricci, Norman Rockwell, Ernie Schroeder, Archie Boyd Teater, John Vassos, and Stanley Maxwell Zuckerberg, Will Eisner y Norman Rockwell. En la autobiografía de Rockwell, Mis aventuras como Ilustrador, habló muy bien de Bridgman. Su sucesor en el Art Students League fue Robert Beverly Hale.

Bridgman utiliza formas de cajas para representar a las masas más importantes del cuerpo (cabeza, tórax y pelvis), las que unía con líneas gestuales y producir la creación de "cuñas" o modelos simplificados de interconexión del cuerpo.

Clases de Anatomía de Bridgman

Estos son los dibujos originales de los estudiantes de la clase 1911 del famoso profesor de arte, George Bridgman.

Bridgman, en constante estado de embriaguez y masticando un puro negro de gran tamaño, encaminaba a sus estudiantes sobre la importancia del dominio de la anatomía: "No creo color te lleve a hacer algo bueno o a composiciones encantadoras. Usted no puede pintar una casa antes que esté construida". Sus alumnos lo adoraban y competían por su aprobación.

Algunos de sus estudiantes llegaron a ser estrellas, como Norman Rockwell, Barclay McLelland o Ward EF. Pero en 1911 todavía eran adolescentes ambiciosos con sueños de futuro y tratando de desarrollar el tipo de habilidad del dibujo académico que hoy en día muchos ilustradores consideran irrelevante.

El aula llena, se calentaba con el olor del tabaco, la transpiración de carbón, y la trementina.

Muchas de los modelas eran jóvenes que habían venido a la ciudad para trabajar en los grandes almacenes durante una temporada alta y se encontraron despedidas. Desesperadas por dinero, se dedicaron al trabajo de modelado, pero una vez en el aula algunas no pudieron decidirse a posar sin ropa. Una vez una mujer joven intentó posar en bombacha y medias, y así perdió el puesto. Recordó uno de los estudiantes de Bridgman, "ella empezó a llorar y decir que necesitaba el dinero y que ¿qué iba a hacer?..."

Ahora, estas jóvenes y su angustia se han ido. Todo lo que queda son sus fantasmas, en los trazos, sobre los papeles.

Durante las clases Bridgman era muy duro en sus críticas, enseñó con la crítica a diferencia de nuestra época de falsas halagos. Al final de cada clase, designaba el trabajo de un estudiante como el número 1. (Todavía se puede ver la notación de Bridgman, "primero" en la elaboración de EF Ward de la espalda del hombre, más arriba.) Pero Norman Rockwell recordó una historia, que Bridgman contaba siempre a la clase cada vez que tenía la sensación de que los estudiantes estaban recibiendo engreídos sus grados:

Chicos, una cosa extraña que me sucedió después de que salí de la clase el martes pasado. Había un vagón de carbón volcado en la acera de la calle 48a vaciando carbón en un sótano. Al pasar por ahí un hombre asomó la cabeza de la bodega, todo tiznado de carbón, y me dijo "hola señor Bridgman". Le dije, "¿por qué me saludas? ¿quién eres?" ¡Oh, el hombre dijo: ¿no te acuerdas de mí? Yo era el número uno en su clase el año pasado .... La historia variaba, a veces se trataba de un hombre que cargaba hielo o una voz de una boca de inspección.

George Brant Bridgman (1865-1943)




George Brant Bridgman fue un pintor canadiense-estadounidense, escritor y profesor de anatomía artística y dibujo de la figura humana. Bridgman enseñó anatomía para artistas en el Art Students League de Nueva York por unos 45 años.

En su juventud, Bridgman estudió las artes con el reconocido pintor y escultor Jean-Léon Gérôme en la École des Beaux-Arts de París, y más tarde contiunó sus estudios con Gustave Boulanger. Vivió mayormente es Nueva York, donde fue profesor de anatomía y figura humana en el Art Students League de Nueva York. Entre sus muchos miles de estudiantes figuran: McClelland Barclay, Chon Day, Seymour Foge, Elias Goldberg, Jack Kamen, Anita Malfatti, Paul Manship, Peter Max, Earl Moran, Kimon Nicolaïdes, Corrado Parducci, Ulysses Ricci, Ernie Schroeder, Archie Boyd Teater, John Vassos, and Stanley Maxwell Zuckerberg . En la autobiografía de Rockwell, Mis aventuras como Ilustrador, habló muy bien de Bridgman. Su sucesor en el Art Students League fue Robert Beverly Hale.



Clark Hulings

Andrew Loomis

Andrew Loomis

Robert Beverly Hale

Robert Beverly Hale

Gifford Beal


Deane Keller


Deane Keller


Will Eisner


Will Eisner


Norman Rockwell


Norman Rockwell



Bridgman utiliza formas de cajas para representar las masas más importantes del cuerpo (cabeza, tórax y pelvis), las que unía con líneas gestuales y producir la creación de "cuñas" o modelos simplificados de interconexión del cuerpo.


Clases de Anatomía de Bridgman


Estos son los dibujos originales de los estudiantes de la clase 1911 del famoso profesor de arte, George Bridgman.


Bridgman, en constante estado de embriaguez y masticando un puro negro de gran tamaño, encaminaba a sus estudiantes sobre la importancia del dominio de la anatomía: "No creo color te lleve a hacer algo bueno o a composiciones encantadoras. Usted no puede pintar una casa antes que esté construida". Sus alumnos lo adoraban y competían por su aprobación.



Algunos de sus estudiantes llegaron a ser estrellas, como Norman Rockwell, Barclay McLelland o Ward EF. Pero en 1911 todavía eran adolescentes ambiciosos con sueños de futuro y tratando de desarrollar el tipo de habilidad del dibujo académico que hoy en día muchos ilustradores consideran irrelevante.

El aula llena, se calentaba con el olor del tabaco, la transpiración de carbón, y la trementina.


Muchas de las modelos eran jóvenes que habían venido a la ciudad para trabajar en los grandes almacenes durante una temporada alta y se encontraron despedidas. Desesperadas por dinero, se dedicaron al trabajo de modelado, pero una vez en el aula algunas no pudieron decidirse a posar sin ropa. Una vez una mujer joven intentó posar en bombacha y medias, y así perdió el puesto. Recordó uno de los estudiantes de Bridgman, "ella empezó a llorar y decir que necesitaba el dinero y que ¿qué iba a hacer?..."

Ahora, estas jóvenes y su angustia se han ido. Todo lo que queda son sus fantasmas, en los trazos, sobre los papeles.

Durante las clases Bridgman era muy duro en sus críticas, enseñó con la crítica a diferencia de nuestra época de falsos halagos. Al final de cada clase, designaba el trabajo de un estudiante como el número 1.


Pero Norman Rockwell recordó una historia, que Bridgman contaba siempre a la clase cada vez que tenía la sensación de que los estudiantes estaban recibiendo engreídos sus grados:

Chicos, una cosa extraña que me sucedió después de que salí de la clase el martes pasado. Había un vagón de carbón volcado en la acera de la calle 48a vaciando carbón en un sótano. Al pasar por ahí un hombre asomó la cabeza de la bodega, todo tiznado de carbón, y me dijo "hola señor Bridgman". Le dije, "¿por qué me saludas? ¿quién eres?" ¡Oh, el hombre dijo: ¿no te acuerdas de mí? Yo era el número uno en su clase el año pasado .... La historia variaba, a veces se trataba de un hombre que cargaba hielo o una voz de una boca de inspección.